Que este tiempo de paz, esperanza y del Niño Dios en el pesebre nos renueve y fortalezca en nuestro corazones para que podamos ser transmisores en la vida de cada día.
Que lo cotidiano no nos quite ni nos dañe la sensibilidad; ni nos vuelva más individualistas o gregarios. En nuestro caminar no nos percatamos de otras personas que necesitan de nuestra mirada amorosa, de nuestra generosidad, de nuestra ayuda y solidaridad. Creo que si no la ejercitamos perdemos la capacidad de ver lo esencial, de poder ver y mirar. Por eso ver el pesebre no es sólo decir “Ahhhh.....” sino valorar todo aquello que está por detrás de semejante gesto y acto de Amor.
Ojalá en este tiempo de adviento y Navidad descubramos, reconozcamos y valoremos las cosas esenciales que nos rodean y nos colman.
Mis mayores anhelos de felicidad y bienaventuranzas.
Muy feliz Natividad y que el Niño Dios, nazca en nuestros corazones y nos traiga sobreabundantes dones...que sepamos repartir y compartir.
(Vídeo sacado de Onio72)
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